La Leyenda de Anita Caballero.

La Leyenda de Anita Caballero.

En los olvidados tiempos del caso Merryman, mucho después de que Correa rompiera vasos con las mente, no sólo habían árboles en República sino que también miles de misterios, entre ellos el que hoy les vengo a comentar.

Cuenta la leyenda que una mujer de sangre noble buscó refugió en la antigua sede provincial huyendo de una copiosa lluvia de una tarde de Agosto. No son pocos los que declaran haberla visto fumar frente a la desaparecida sala 6, en un mundo limitado donde si bien existía el sol, no se podían alcanzar las alturas de hoy.

Nadie sabe a ciencia cierta que motivos tenía la hija de un Caballero para decidir enfrentar la vida, totalmente sola en un mundo tal hostil, sin embargo, no pasaba desapercibida para los más perspicaces, quienes por intrincados mecanismos llegaron a saber que tenía por nombre Anita.

Anita tenía un carácter fuerte, por lo que nunca fue conveniente hacerla enojar, según sostienen muchos. Más bien así lo creyeron porque era una mujer de pocas palabras puesto que socializaba poco, pero que fumaba mucho en su reemplazo, sin embargo, es del todo infamante sostener que no tuvo amistades ya que ella se reunía con los de su misma corte y de vez en cuando alternaba con los demás del pueblo, los mismos que ahora callan presumiblemente por temor.

Pero no está todo dicho sobre ella, porque aún falta la más extraña de sus peculiaridades. Lo que nunca estuvo en discusión puesto que hasta el más controvertido de los conocedores reconoció, es que era una mujer predecible a tal nivel que si uno consultaba unos extraños papeles adosados a las murallas a modo de oráculo, se podía incluso predecir que día, y a qué hora entraría e incluso saldría de tal sala.

Por la expresión de su rostro, cuentan los testigos, aparentaba una vida más bien tranquila, más no supieron nunca cuan errados estaban hasta el día de su extraña desaparición, y es acá donde comienza el real misterio.

En esa tarde de Agosto con la que comenzó mi relato, tras una agotadora reunión a la que asistió ella, y en donde se tocaron candentes problemáticas relativas a los fundamentos filosóficos del derecho, dicen que ella se mostró molesta por una carrera a la que había apostado, y que todos suponen que había perdido. Desde ese momento nadie reconoce haberla visto.

Se entregó una supuesta respuesta pseudoficial que habría sido obtenida ilegalmente por medio de una autoridad que fue seducido a decir la verdad, más a nadie le consta que fuese cierto. El mensaje solo decía que había retornado a sus tierras y que probaría suerte en otros mundos, en otros lugares, e incluso en otras carreras, pero la respuesta genera más dudas que soluciones y parece solo un burdo intento de las autoridades por calmar la curiosidad de la gente.

Hay quienes dicen, y es la tesis que se toma por sensata, que fue la sala 6 que tomó a uno de sus visitantes como compensación por el humo que tantos fumadores fueron produciendo, generando un grave deterioro en la apariencia y olor de sus murallas. Fue venganza, fue secuestrada quedando como víctima del odio de una sala que no quería morir de cáncer.

El tiempo le dio la razón a la teoría del secuestro, sostengo esto ya que Anita jamás volvió a aquel lugar, y además porque años más tarde, cuando las autoridades recaudaron suficientes fondos y si importar las investigaciones que se desarrollaban, mandaron a modificar la sala, cambiar sus muros y techumbre, cambiar su posición e incluso hasta su número, para que nunca más fuera la misma. Es decir, destruyeron en esencia la única portadora de la verdad.

Yo sé que Anita Caballero, la mujer de origen noble, ahora víctima de una sala maldita que tuvo a las autoridades como cómplices de su delito, aún está viva en el inconsciente de quienes la conocieron y respetaron. Pero aún queda una luz de esperanza, porque cuando los testigos pierdan el miedo a confesar lo que saben, podremos dar con el lugar en donde se le tiene retenida.

Si ud. tiene información de Anita Caballero, por favor, hágala llegar.

Daniel Alberto Silanes Puentes.