Necesito respirar.

Necesito respirar.

Hoy necesito respirar, dar una gran bocanada de aire. Quiero sentir el viento tibio recorriendo mi espalda mientras respiro hondo, mientras miro el bravío mar desde aquellos balcones de antiguas casas victorianas que solo existen en mi mente. Respirar hace bien, respirar es lo que siempre necesitaremos, respirar es lo que necesito en este instante.

Es extraño, mi falta de aire es severa, ya que que nace de mi falta de actuar, y mi falta de actuar nace de la angustia de ver las miles de cosas que me faltan por hacer. Sé que debo hacerlas una a una, y empezar por las más pequeñas y menos complicadas hasta llegar a la más grande de mis empresas; pero una sensación de desasosiego me impide concentrarme para seguir mi propia premisa. Quizás el problema es que tengo muchas cosas que hacer para los demás, y no me dejan tiempo para otras cosas, y me angustio de solo ver las cosas que me faltan por terminar, que ahí es cuando me olvido de respirar.

Quiero hacer ejercicios de yoga, y luego hacer una pequeña meditación, dos ejercicios en donde la respiración es esencial.

La tarde de hoy me percaté que hace mucho que no medito. Ocurrió en el supermercado, mientras un fuerte olor a pescado y merengue podrido me producían arcadas. Mientras trataba de no vomitar por el pútrido olor de la pescadería, me dije a mi mismo "hace bastante tiempo que no me doy un tiempo y un espacio netamente para mi". Gracias a esa simple revelación, hoy comencé destruyendo parte de mi estancacamiento, me dí un gusto junto a mis hermanos, comimos hartos cuchuflís por iniciativa mía. Parece estúpido que comer cuchuflís rompa un estancamiento, pero no lo es, tan sólo piensen: comer cuchuflís hasta más no poder junto a tu familia, peleándose por quién come más y quién come menos, significa darse un espacio de relajamiento personal y familiar divertido, placentero, que te permite respirar.

Bueno, eso es todo por hoy, necesito respirar.