jueves, 20 de julio de 2006

El Bistec.


El Bistec.


Anoche tuve un sueño raro, que por fin no se trataba de mis problemas económicos, ni tampoco de la carrera.

Era un día de verano, muy soledado, hacía algo de calor, aproximadamente eran las 02:00 pm. Yo estaba en la cama de mi hermano Juan Pablo tratando de bajar de ella (el duerme en camarote). La particularidad en este caso era que se supone que esa cama no era de mi hermano, sino que mía, y yo no estaba en el dormitorio de mis hermanos, sino que en el mio. Esa manía de apropiarme de todo en sueños.

Me costaba bajar de esa cama, lo que me impedía bajar con facilidad era que yo tenía un bistec caliente en mi mano derecha, que se supone me había dado mi madre momentos antes. Yo tenía que llevar el bistec hasta el comedor, sin que se ensuciara, para ponerlo encima de una ensalada de choclo. Era muy importante que el bistec llegara limpio hasta la ensalada.

Yo sentía que mi sobrino Carlos veía televisión en el living, mientras mi madre y mis hermanos almorzaban.

Mientras trataba de bajar con dificultad, dos imágenes pasaron por mi cabeza. La primera imagen era un tanto difusa, se trataba de una antigua gruta que había en una casa que pertenecía a mi tío Juan. La gruta era la misma que yo conocí cuando chico, con la diferencia que la virgen María que había en su interior estaba manchada de negro a su lado izquierdo; cómo si alguien le hubiese tirado petroleo o pintura negra. La segunda imagen, era del patio de esa casa, desde ese patio yo miraba hacia la calle, dándole la espalda a esa casa, pero por alguna razón yo sabía que se estaba incendiando, estaba incendiándose por culpa de una energía negativa de color azul marino.

Cuando las imágenes pasaron, me dije en voz alta, algo muy malo va a pasar en esa casa de Laguna de Zapallar porque hay una presencia maldita en ella. Pero en mi interior eso no tenía tanta importancia, para mi alma no era grave eso.

Lo que me resultaba importante en el sueño era el bistec, bistec que no se debía ensuciar por ningún motivo. Por una razón que solo es coherente en sueños, yo sabía que sentándome en el piso de la pieza, mirando hacia el living-comedor de la casa el bistec no se ensuciaría. Además, mi cuerpo estaba protegido por dos bolsas de nylon blanco, cuyo contenido se podía ver, porque algo se traslucía. La bolsa de mi derecha contenía cubos de quesillo que eran de mi madre, y la bolsa que estaba a mi espalda contenía queso chanco que era de mi sobrino Carlos.

Eso es lo que recuerdo de ese sueño. No saben lo angustiante que es velar para que un bistec caliente no se ensucie en tus sueños.

1 comentario:

  1. Anónimo10:11 p. m.

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA......
    si cuando soñaste con la guitarra electrica te pedi una bateria, lo minimo que ahora te pida una cena jajajajajajajajajajaja.....

    tay mal muy mal e oido de sueños raros pero contigo cada día me sorprendo más...

    weno sin nada mas que decir se despide Carlitros Carrillo Poblete

    PD: Tomo yo y soñay weas tu esto esta mal muy mal.

    PD1: Deja el alcohol y las drogas weon te esta haciendo mal muy mal

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