domingo, 5 de abril de 2009

Palabra retorcida de una mente quebrada, y vice versa.



Palabra retorcida de una mente quebrada,

y vice versa.

Anoche recordé que un libro jamás escrito a manos de alguien que jamás debí conocer nunca llegó y que, además, prometí dar un discurso en el funeral de alguien que ahora es un total desconocido y cuyo contacto perdido me impide saber si esta muerto o vivo. Fue así que concluí que mi palabra ha quedado retorcida, por las variaciones de caminos y extraño destino que ha sufrido mi vida. Ha habido tanto que prometí y que sin embargo, por más hombre de palabra que me crea, ya no pude o no quise cumplir. Quizás necias fueron mis palabras e infantil el pensamiento cuando fui a decir que haría cosas que resultaron inalcanzables o inmerecibles, pero nada sirve de escusa si ya no hice lo prometido hacer y aunque una segunda oportunidad recibiera, mi palabra volvería a romper.

Recíproco en parte es el hecho, puesto que a aquellos a que prometí lo incumplido, incumplidores han sido conmigo en sus promesas, y que aunque yo quisiera hoy compelido por mi moralidad, pagar haciendo lo que se deba hacer, freno o desprecio he de recibir a cambio, y en el mismo sentido, si yo exigiera que se cumpla lo que a mi me han prometido, furibundas ofensas recibiría en aquellos casos en que obtenga algo más que el desinterés.

Aprendida la lección, y siendo consecuente con mi reflexión, he decidido de ahora en adelante no prometer aquello que no he de cumplir, castrando mi necedad, forzando mi madurez, y aterrizando mis pensamientos, ya que será mejor hacer lo que sea mejor, sin prometer sino que inmediatamente actuar. Siempre será más noble decir que ya se hizo lo que debía hacer, con justicia y voluntad, que a pecar de mentiroso y de falto de palabra.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado este post, es muy cierto lo que nos dices en el!!!


    "Promete poco y cumple mucho"

    ResponderBorrar
  2. Soy la que no buscas: Que bueno que te haya gustado mi post, tiene un poquillo de verdad y un poco de patinada de coco.

    Daniel Alberto Silanes Puentes agradece tus palabras.

    ResponderBorrar