Dedicado a Francisco Javier.
A mi hermano pedí un coco,
y un coco mi hermano creó.
Mucho insistí a mi hermano,
y todo su esfuerzo demandó.
¿Puedes al coco darle vida?,
uno que patina comenté yo.
Una fea mueca tuvo cabida,
un oculto cariño en él primó.
A mi hermano pedí un coco,
y un coco mi hermano creó.
Un coco pintó con su mano,
mirando mi alma él lo copió.
¿Puedes al coco darle vida?,
uno que cuida mi viejo blog.
Ahora nuestro coco patina,
aquel concebido por él y yo.
y un coco mi hermano creó.
Mucho insistí a mi hermano,
y todo su esfuerzo demandó.
¿Puedes al coco darle vida?,
uno que patina comenté yo.
Una fea mueca tuvo cabida,
un oculto cariño en él primó.
A mi hermano pedí un coco,
y un coco mi hermano creó.
Un coco pintó con su mano,
mirando mi alma él lo copió.
¿Puedes al coco darle vida?,
uno que cuida mi viejo blog.
Ahora nuestro coco patina,
aquel concebido por él y yo.
Jajaja, veo que has sacado al antipoeta que llevas dentro.
ResponderBorrarBien hecho
Saludos
Jajajajaj, el antipoeta lo he llevado siempre afuera desde antiguo, lo que apsa es que rara vez lo escribo.
ResponderBorrarDaniel Alberto Silanes Puentes contento con el coco.